Los maestros tenemos una gran misión además de transmitir conocimientos y posibilitar la formación.Cuando un maestro/a comprende que todos los alumnos/as de su aula pueden mejorar también con la actitud y se pone en el lugar de cada uno/a, ya no es necesario haber estudiado en Harvard para tratar dificultades de aprendizaje. Hablar con las familias, permanecer abiertos, disfrutar de lo que realmente importa...Todo esto da sentido a nuestra labor porque el día a día ya nos pone demasiadas trabas (papeleo y burocracia, ratios, estrés, grandes temarios y poco tiempo).
¿Y si los que de verdad creyeran en un alumno/a con dificultades de aprendizaje fueran sus propios compañeros? Los maestros/as somos actitudes a imitar, espejos de emociones... Cuando creemos en un alumno delante del resto de sus compañeros, efectivamente tiene lugar un efecto imitador.Somos seres imitadores.
Cuando un alumno/a con dificultades o con comportamientos no ajustados recibe rechazo, el resto del grupo desarrollará rechazo.
Comprender que las personas somos diferentes y diversas es el primer paso para respetar diferentes ritmos de aprendizaje dentro del aula.
Comprender que las personas somos diferentes y podemos aprender de forma diferente es el primer paso para disfrutar creando nuevos espacios, nuevas metodologías o nuevas formas de valorar el esfuerzo de aquellos/as a los que más les cuesta.
Hay estrategias que no precisan de grandes esfuerzos y recuerdan a nuestros alumnos/as que creemos en ellos/as:
- Dejar un poco más de tiempo para terminar un examen.
- Fotocopiar el resumen de una libreta o las actividades si va más despacio y no las termina.
- Sacarlo a la pizarra cuando sabemos que lo va a hacer bien.De este modo mejoramos la imagen de los demás hacia él/ella.
- Marcar en la pizarra con una línea de color cada uno de los ejercicios para que no se despiste.
- Enseñarle a organizar una agenda.
- Cogerle la mano para que escriba las letras despacio.
- Darle varias opciones para realizar un trabajo, adaptarlo, reducirlo o dejar preguntas a su elección.
- Comprobar de forma oral las respuestas que ha realizado por escrito.
- Decirle: -Esto lo has hecho tú solo? Estás mejorando mucho...
Es importante comprender que hay diferentes especialistas en un colegio. Algunos, como los maestros de PT y de AL atienden a nuestros alumnos algunas sesiones semanales y trabajan contenidos pero nuestros alumno/as pertenecen a un grupo -clase que siempre está y debe estar cohesionado.
Todos los esfuerzos que hagamos por comprender que somos la suerte de aquellos alumnos/as que nos encuentran, mejorará la vida de cada uno de ellos/as.
Creer en un alumno/a con necesidades educativas significa creer en todos/as. Todos somos diversos, necesitamos que nos valoren y que nos ayuden a crecer en un mundo real. En un mundo real hay personas diferentes, familias diferentes y modos de aprender diferentes. Busquemos lo que de verdad funciona y respeta a la diversidad y... disfrutemos.
"YO CREO EN TI. SOLO QUERÍA QUE LO SUPIERAS"