Podemos tomar pequeñas decisiones que además nos benefician, como:
- Utilizar táper y botellas reutilizables. Con este hábito ahorramos muchos kilos de basura al medio ambiente.
- Llevar bolsas de tela cada vez que vayamos a comprar al súper. Así evitamos usas bolsas de plástico.
- Llevar a la playa una mochila inteligente. Esto significa, llevarlo todo en táper y botellas reutilizables. De este modo no dejaremos basura en la playa. Aunque la echemos en una papelera, el viento puede sacarla fuera y al final se va al mar.
- Tomar alimentos frescos como frutas y verduras de origen local. Comprar alimentos procesados o de origen lejano, incrementa los niveles de contaminación en transporte, fabricación o conservación.
- Evitar el consumo de alimentos azucarados en tetrabrik. No aportan cantidades mínimas de vitaminas pero sí demasiados azúcares y un envase que va a la basura en poco tiempo. Es mejor tomar las frutas en piezas, 100% naturales y más baratas.
- Comprar alimentos sin embalajes. A veces, para mejorar a presentación se usan demasiadas bandejas de forma innecesaria.
- Separar los residuos en casa y echarlos al contenedor correspondiente.
- Caminar en vez de coger el coche en trayectos cortos mejora nuestra salud y la del medio ambiente.
- Valorar los seres vivos como peces y plantas. Todos cumplen una buena función en los ecosistemas.
- Utilizar vasos, platos y cubiertos de loza y metal. Los platos, vasos y cubiertos de un solo uso suponen un coste muy elevado para nuestro medio ambiente ya que contaminan y dañan los ecosistemas, al igual que las latas y otros envases de usar y tirar.
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