NO ES UNA PLAYA CUALQUIERA

A todos nos gusta ir a la playa y encontrar la arena limpia y el agua cristalina.
A menudo tenemos hábitos inconscientes que no solo perjudican nuestra salud, sino también la conservación de lo que más nos gusta, nuestra querida playa.
Las personas que vivimos en pueblos costeros somos inmensamente afortunados porque podemos disfrutar del mar en verano y también en invierno.
Las caminatas por el paseo marítimo, las terracitas al sol, los columpios sobre la arena, el silencio, el ruido de las olas, la posidonia, nuestras gaviotas y los peces nadando en aguas transparentes.
La costa es nuestro paraíso particular, nuestro tesoro natural más preciado.
Cambiemos los hábitos que la deterioran y nuestros hijos/as podrán seguir disfrutándola mucho tiempo.
Llévate tus colillas a casa y no generes basura en la playa.
Las colillas, las botellas de plástico y las bolsas de las papeleras salen volando y van al mar.
QUERER ES CUIDAR.
CON PEQUEÑOS DETALLES CONSERVAREMOS NUESTRA PLAYA
 La colillas están hechas de acetato de celulosa, un material que tarda más de diez años en degradarse y que además de contaminar es ingerido por los animales marinos. Lo mismo sucede con las pajitas de los granizados y con las cucharillas de los helados; se usan una sola vez y permanecen en el mar años y años.
 No es agradable ver a los niños separando las colillas y cáscaras de pipas de la arena cuando hacen sus castillos.
Por favor, recuerda que un pequeño gesto por tu parte hace mucho por el Planeta y por todos nosotros/as.
https://www.youtube.com/watch?v=LZ6ChCNRaD4


NO ES UNA PLAYA CUALQUIERA,
ES LA PLAYA DE TODOS/AS




 

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